Los meses

De flore au champagne - Louis Abbema

Como no habían venido,

cómo jamás me había sentido,

como nunca,

como siempre lo ví, lo he querido.

De la mano del deseo,

como se le escapa a la mente,

como le preocupa a mi destino,

como le ganó a la tristeza,

la que siempre me quiso.

Ahora se quedó sentada,

como en noche en vilo. Envidiándome,

como lo viví cuando perdí motivos

como cuando quise irme,

como ayer, como pudo haber ocurrido.

Se queda tomando un copa de vino

como para brindar por mis delirios

como esperé, para que lo viera cumplido

como los meses que me había perdido

como los mejores meses que he vivido,

como ayer que olí sus cinco sentidos

como nos amamos, como nos extrañamos,

como tenía que haber sido.

no te vayas

Pintura de Jack Vettriano - Francia


La llegada de la noche es el inicio del día,
los minutos no pasan
la despedida se aplaza
se van las palabras
el alma calla
pero en pronto, se acaba.
Dura mientras no hay luz,
con alma baja
diálogos con calma
o sólo silencios
inundados de nada,
corto perfecto tiempo, me lo arrebata.
El fin inicia en la puerta,
miradas bajas
el frío y una bufanda
se espera
se marcha
se va, y se acaba.
Cuento sus pasos hasta la calle,
su aliento se pierde en el aire
el calor se congela
la noche vuela
regreso a dormir muerta
a soñar con sus alas
y verlo mañana
para volver a pedirle
inerte silenciada:
ya no te vayas.

Más que eso

Gustave Caillebote - Boulevard von oben gesehen


Recuérdame que estoy viva
y que es mío lo que tengo ahora,
que aún corre el tiempo
aunque no lo siento,
porque lo olvido cuando te veo.
Dime de dónde vienen esos latidos
y hacia dónde van si no te sigo,
que sonarán mas fuertes con un beso
y estallarán cuando perciba tus deseos.
Continúa con los ojos cerrados,
cuando te acaricio y tomo tus manos,
convierte esto en un reducido espacio,
siente mi corazón y mis labios.
Cree en los despiertos sentimientos
que antes que llegaras estaban muertos
mira mi alma en silencio,
y arriésgate a saber que será eterno.
Escribe canciones pensando en mi ser
haz que escuche la música de tu piel,
piénsame cuando no esté,
y llámame para volvernos a ver.
Llena el vacio de mi pecho,
con tus palabras, tu voz y tus pensamientos
Cuida que no caiga en el destierro
quiéreme, aunque sea más que eso.

¿Cómo sería?

Pintura de Berthe Morrisot
Cómo sería si esos segundos fueran horas
cómo me sentiría si no tuviera, lo que tengo ahora
qué absurdo silencio reinaría
qué incontables las gotas
qué imposible, qué frías.

Cómo estaría sin haberlo encontrado
cómo caminaría sin apretar su mano
sin sonrisas pequeñas y sencillas,
de vuelta a la amiga melancolía,
qué tristeza, pero qué alegría.

Cómo no sentir latir el corazón
cómo aguantar el aire sin oír su respiración
porque no dejar el callado rincón
no soltarle el brazo
y estar protegida, y estar de su lado.

Cómo hacer uno solo el sentimiento
cómo llorar por la felicidad de oír el viento
dormir en sus brazos, sin remordimiento
qué dificil, no es el tiempo
qué injusto, qué desvelo.

Pero es mi día, y un deseo
mi alegría y mi único momento
Su bienvenida, como un sueño
sus palabras y sus versos
su presencia, su fragmento
su inspiración y su canción,
la llegada, de un nuevo amor

Tres

La Toilette, Henri Toulouse-Lautrec
Giré y te miré,
te observé, te busqué
me reí, me sonrojé,
me perdí, me enamoré,
te esperé,te lloré,
te escribí, te perdí
te necesité,
te amé y te olvidé.
Después.
Encantaste, contaste,
hablaste, caminaste,
me visitaste y te quedaste.
Te obsequié, te besé,
te quise, y me enamoré.
También aguardé,
te anhelé, y te extrañé,
No soñaste, no hablaste,
me olvidaste.
Pero apareciste, me abrazaste,
me deseaste y llegaste.
Me cantabas, me cuidabas,
me protegías, me sentías,
me tenías, me querías.
Y te fuiste, y me lloraste,
y me prometiste
y me enamoraste,
me conveciste, pero me dejaste.
Me perdieron, me mintieron,
les estimo, les recuerdo,
les escribo,
les doy versos,
los extraño, los entierro.

ojos tristes

Charles Curran (Estados Unidos 1861)
Existe una salida, pero no consigo verla.
Hay una clave, una poción quita condenas.
Y no importa que lastime, cuantas veces quiera.
De igual forma, siempre regreso a ella.
No logro huir, aunque no porque así lo sea.

Hoy me visita la eventual ocurrencia.
La misma de ayer, pero en diferente presencia.
Es una pena vieja, y no nueva.
Será la última, la segunda o la tercera.
Aquella gentil tristeza, que hostil me atormenta.
Con un necio poder, que quita la fuerza.

El desconcierto invade por no tener.
Se asemeja a lo insignificante, que les resultó ser.
Porque no hallo escapatoria, y por no poderlo creer.
Y parece que siempre, volverá a suceder.
Como saber que eso no es, que así me moriré.
Limpiarme los ojos tristes, que no tienen a quién ver.

El olor de la mentira



Es persuasivo,
desafiante, conflictivo,
es dulce y venenoso
fino, de un aroma delicioso.
Tiene inmerso un poder,
deja estados de letargos,
delicadamente amargos;
como una tortura,
que aniquila lo que sobra de cordura.

No tiene un color,
sin origen , sin sabor;
solo sé, que es invisible
y amargamente seductor;
aveces perceptible,
y otras, cautivador.

Lo trae un cualquiera,
que luego pide perdón,
o sin pensar se aleja
para no ver de frente el dolor.
Rodea a un desconocido,
un vaho que no tiene sentido,
y sombra de quien se dice amigo.

Asi, puede oler cualquiera,
quien trama una falsa promesa,
y jura amar hasta el cielo,
o resiste a guardar un secreto;
en cuyos ojos arde el misterio,
tras quien se dice ser perfecto;
y hasta el que enamora,
el que se limpia tus besos;
se ríe en su egoísmo, en su silencio,
y duerme en un inferno violento.

La mentira no tiene miedo,
es ese un conjunto de deseos,
algo que hace volar al comienzo
y luego te arroja a un desierto;
es el olor que acaricia,
que se siente y que fulmina.

El que la usa lo piensa poco
para huir y declararse loco.
No hay corazón que le importe,
si la mentira huele bien,
no será lo que lo agobie.
Es fragancia, y es salida,
la fiel a la cobardía;
olor que aveces humilla,
es arrogante, es conformista.

Si se percibiera no creyera,
no habría tragedias, ni secuelas
Pero si al sentirla yo supiera,
no fuera igual, no viviera,
y aquello hubiese acabado,
con en ese falso poema.

mi primavera



La sonrisa profana de los años tempranos,
inocente emoción de lo impensado,
lágrimas secas en ramos agitados;
la súbita premonición de un tiempo acabado.

Las manos se enredan asustadas,
angustia que convierte la mañana helada,
brisa que mueve como hojas las pestañas;
un alivio, de una tristeza acallada.

Los ojos ven al sol como reloj de arena,
el tiempo es corto pero parece valer la pena,
de pétalos y flores, pequeñas secuelas,
de la entrada tardía de mi primavera.

El corazón no desata su nudo enredado,
todavía espera si no florecen los nardos,
o recoje las hojas que en el suelo se han secado;
los frutos amados, dejaron un sabor amargo.

La sonrisa, el corazón, los ojos y las manos;
un ser que tiembla al cambiar su vestimenta,
aveces duele, y en poco volverá la tormenta;

despúes de los ruegos, la primavera, llega;
y si le agrada, se queda.

jueves, septiembre 16, 2010

Los meses

De flore au champagne - Louis Abbema

Como no habían venido,

cómo jamás me había sentido,

como nunca,

como siempre lo ví, lo he querido.

De la mano del deseo,

como se le escapa a la mente,

como le preocupa a mi destino,

como le ganó a la tristeza,

la que siempre me quiso.

Ahora se quedó sentada,

como en noche en vilo. Envidiándome,

como lo viví cuando perdí motivos

como cuando quise irme,

como ayer, como pudo haber ocurrido.

Se queda tomando un copa de vino

como para brindar por mis delirios

como esperé, para que lo viera cumplido

como los meses que me había perdido

como los mejores meses que he vivido,

como ayer que olí sus cinco sentidos

como nos amamos, como nos extrañamos,

como tenía que haber sido.

jueves, septiembre 02, 2010

no te vayas

Pintura de Jack Vettriano - Francia


La llegada de la noche es el inicio del día,
los minutos no pasan
la despedida se aplaza
se van las palabras
el alma calla
pero en pronto, se acaba.
Dura mientras no hay luz,
con alma baja
diálogos con calma
o sólo silencios
inundados de nada,
corto perfecto tiempo, me lo arrebata.
El fin inicia en la puerta,
miradas bajas
el frío y una bufanda
se espera
se marcha
se va, y se acaba.
Cuento sus pasos hasta la calle,
su aliento se pierde en el aire
el calor se congela
la noche vuela
regreso a dormir muerta
a soñar con sus alas
y verlo mañana
para volver a pedirle
inerte silenciada:
ya no te vayas.

miércoles, julio 14, 2010

Más que eso

Gustave Caillebote - Boulevard von oben gesehen


Recuérdame que estoy viva
y que es mío lo que tengo ahora,
que aún corre el tiempo
aunque no lo siento,
porque lo olvido cuando te veo.
Dime de dónde vienen esos latidos
y hacia dónde van si no te sigo,
que sonarán mas fuertes con un beso
y estallarán cuando perciba tus deseos.
Continúa con los ojos cerrados,
cuando te acaricio y tomo tus manos,
convierte esto en un reducido espacio,
siente mi corazón y mis labios.
Cree en los despiertos sentimientos
que antes que llegaras estaban muertos
mira mi alma en silencio,
y arriésgate a saber que será eterno.
Escribe canciones pensando en mi ser
haz que escuche la música de tu piel,
piénsame cuando no esté,
y llámame para volvernos a ver.
Llena el vacio de mi pecho,
con tus palabras, tu voz y tus pensamientos
Cuida que no caiga en el destierro
quiéreme, aunque sea más que eso.

jueves, junio 03, 2010

¿Cómo sería?

Pintura de Berthe Morrisot
Cómo sería si esos segundos fueran horas
cómo me sentiría si no tuviera, lo que tengo ahora
qué absurdo silencio reinaría
qué incontables las gotas
qué imposible, qué frías.

Cómo estaría sin haberlo encontrado
cómo caminaría sin apretar su mano
sin sonrisas pequeñas y sencillas,
de vuelta a la amiga melancolía,
qué tristeza, pero qué alegría.

Cómo no sentir latir el corazón
cómo aguantar el aire sin oír su respiración
porque no dejar el callado rincón
no soltarle el brazo
y estar protegida, y estar de su lado.

Cómo hacer uno solo el sentimiento
cómo llorar por la felicidad de oír el viento
dormir en sus brazos, sin remordimiento
qué dificil, no es el tiempo
qué injusto, qué desvelo.

Pero es mi día, y un deseo
mi alegría y mi único momento
Su bienvenida, como un sueño
sus palabras y sus versos
su presencia, su fragmento
su inspiración y su canción,
la llegada, de un nuevo amor

martes, marzo 09, 2010

Tres

La Toilette, Henri Toulouse-Lautrec
Giré y te miré,
te observé, te busqué
me reí, me sonrojé,
me perdí, me enamoré,
te esperé,te lloré,
te escribí, te perdí
te necesité,
te amé y te olvidé.
Después.
Encantaste, contaste,
hablaste, caminaste,
me visitaste y te quedaste.
Te obsequié, te besé,
te quise, y me enamoré.
También aguardé,
te anhelé, y te extrañé,
No soñaste, no hablaste,
me olvidaste.
Pero apareciste, me abrazaste,
me deseaste y llegaste.
Me cantabas, me cuidabas,
me protegías, me sentías,
me tenías, me querías.
Y te fuiste, y me lloraste,
y me prometiste
y me enamoraste,
me conveciste, pero me dejaste.
Me perdieron, me mintieron,
les estimo, les recuerdo,
les escribo,
les doy versos,
los extraño, los entierro.

martes, febrero 16, 2010

ojos tristes

Charles Curran (Estados Unidos 1861)
Existe una salida, pero no consigo verla.
Hay una clave, una poción quita condenas.
Y no importa que lastime, cuantas veces quiera.
De igual forma, siempre regreso a ella.
No logro huir, aunque no porque así lo sea.

Hoy me visita la eventual ocurrencia.
La misma de ayer, pero en diferente presencia.
Es una pena vieja, y no nueva.
Será la última, la segunda o la tercera.
Aquella gentil tristeza, que hostil me atormenta.
Con un necio poder, que quita la fuerza.

El desconcierto invade por no tener.
Se asemeja a lo insignificante, que les resultó ser.
Porque no hallo escapatoria, y por no poderlo creer.
Y parece que siempre, volverá a suceder.
Como saber que eso no es, que así me moriré.
Limpiarme los ojos tristes, que no tienen a quién ver.

jueves, enero 28, 2010

El olor de la mentira



Es persuasivo,
desafiante, conflictivo,
es dulce y venenoso
fino, de un aroma delicioso.
Tiene inmerso un poder,
deja estados de letargos,
delicadamente amargos;
como una tortura,
que aniquila lo que sobra de cordura.

No tiene un color,
sin origen , sin sabor;
solo sé, que es invisible
y amargamente seductor;
aveces perceptible,
y otras, cautivador.

Lo trae un cualquiera,
que luego pide perdón,
o sin pensar se aleja
para no ver de frente el dolor.
Rodea a un desconocido,
un vaho que no tiene sentido,
y sombra de quien se dice amigo.

Asi, puede oler cualquiera,
quien trama una falsa promesa,
y jura amar hasta el cielo,
o resiste a guardar un secreto;
en cuyos ojos arde el misterio,
tras quien se dice ser perfecto;
y hasta el que enamora,
el que se limpia tus besos;
se ríe en su egoísmo, en su silencio,
y duerme en un inferno violento.

La mentira no tiene miedo,
es ese un conjunto de deseos,
algo que hace volar al comienzo
y luego te arroja a un desierto;
es el olor que acaricia,
que se siente y que fulmina.

El que la usa lo piensa poco
para huir y declararse loco.
No hay corazón que le importe,
si la mentira huele bien,
no será lo que lo agobie.
Es fragancia, y es salida,
la fiel a la cobardía;
olor que aveces humilla,
es arrogante, es conformista.

Si se percibiera no creyera,
no habría tragedias, ni secuelas
Pero si al sentirla yo supiera,
no fuera igual, no viviera,
y aquello hubiese acabado,
con en ese falso poema.

lunes, enero 11, 2010

mi primavera



La sonrisa profana de los años tempranos,
inocente emoción de lo impensado,
lágrimas secas en ramos agitados;
la súbita premonición de un tiempo acabado.

Las manos se enredan asustadas,
angustia que convierte la mañana helada,
brisa que mueve como hojas las pestañas;
un alivio, de una tristeza acallada.

Los ojos ven al sol como reloj de arena,
el tiempo es corto pero parece valer la pena,
de pétalos y flores, pequeñas secuelas,
de la entrada tardía de mi primavera.

El corazón no desata su nudo enredado,
todavía espera si no florecen los nardos,
o recoje las hojas que en el suelo se han secado;
los frutos amados, dejaron un sabor amargo.

La sonrisa, el corazón, los ojos y las manos;
un ser que tiembla al cambiar su vestimenta,
aveces duele, y en poco volverá la tormenta;

despúes de los ruegos, la primavera, llega;
y si le agrada, se queda.