Me tocó a mi...

Monet


Mirar mis dedos templados tratando de escribir da risa,
arrimarse a un muñeco de felpa que me mira,
oír canciones tontas, fuertes y depresivas
resumen el estado actual de mi compañía,
que tiene un efecto magnífico de dejarme como dormida.

Cuestionar el futuro es razonable fuera de esta mente,
traer al momento recuerdos es mi fuerte,
anhelos del día de ayer que transportaban a la muerte,
explicativo sexto sentido tratará de mantenerme,
faltarán años para que el deseo del amor se enferme.

Sentir cálida alegría por que me pensó hoy,
temerosa cobardía de apostarle todo al amor,
asesinar los kilómetros sólo porque me encontró
vivir en su habitación arrimada a su buró,
eterna y desde aquí la inspiración de su canción.

Ser dos almas que se cansaron de llorar,
enjuagaron sus ojos al tenerse que separar,
porque cree en mis sueños y me permite volar,
solo enfrentando a mil cosas y a la ansiedad,
apagando el fuego hasta volverse a mirar.

Ha sido lo mejor que fue

El cuento convertido en canción;
leyenda anticipada del adiós;
de la irreversible partida,
del riesgo de un fugaz amor.

Mil colores intensos en aquel presente;
cambiando de tono así de repente;
cada hora vivida, besos, melodías;
encendido sentimiento ayer inerte.

Labios que por hoy no hablan;
sombras en sol, no hay nada;
el frío sube a encontrarse con los recuerdos.
Inolvidable, dicen este par de lágrimas.

Mi fantasía, la única que no fue mentira;
seguro mañana motivará sonrisas;
difícil saber que no lo veré este día;
saber que lo viví entero me pondrá tranquila.

Dos manos unidas rogando no separarse;
nuevos caminos tendrán que levantarse;
lo mejor que fue para esta alma herida;
tristemente consciente que debía acabarse.

Insomnio



Conseguí mi perdición.
Alcanzando el punto que detesto topar:
no tengo inspiración, no se que hablar.
Son inciertos caminos que están por llegar.
Horrible destino que odio probar.
Insoportable tarea la de tener que esperar.
El cansancio no halla su punto final.

Mi armónica adicción.
Desahogándome al escribir:
bienvenido a la noche vanidoso sentir.
A las doce de nuevo sin poder dormir.
Mucho por pensar, poco por definir.
Escasos concretos de un seguro vivir.
Veinte minutos de paz, por fin.

La nocturna contradicción.
Razones sonámbulas de este ser:
poco ayuda el pretender saber.
Sosegada calma de no mirar el ayer.
Siniestras ansias de lo que voy a tener.
Y si quiero dormir, aunque mañana ya no pueda ver.

domingo, septiembre 21, 2008

Me tocó a mi...

Monet


Mirar mis dedos templados tratando de escribir da risa,
arrimarse a un muñeco de felpa que me mira,
oír canciones tontas, fuertes y depresivas
resumen el estado actual de mi compañía,
que tiene un efecto magnífico de dejarme como dormida.

Cuestionar el futuro es razonable fuera de esta mente,
traer al momento recuerdos es mi fuerte,
anhelos del día de ayer que transportaban a la muerte,
explicativo sexto sentido tratará de mantenerme,
faltarán años para que el deseo del amor se enferme.

Sentir cálida alegría por que me pensó hoy,
temerosa cobardía de apostarle todo al amor,
asesinar los kilómetros sólo porque me encontró
vivir en su habitación arrimada a su buró,
eterna y desde aquí la inspiración de su canción.

Ser dos almas que se cansaron de llorar,
enjuagaron sus ojos al tenerse que separar,
porque cree en mis sueños y me permite volar,
solo enfrentando a mil cosas y a la ansiedad,
apagando el fuego hasta volverse a mirar.

martes, septiembre 16, 2008

Ha sido lo mejor que fue

El cuento convertido en canción;
leyenda anticipada del adiós;
de la irreversible partida,
del riesgo de un fugaz amor.

Mil colores intensos en aquel presente;
cambiando de tono así de repente;
cada hora vivida, besos, melodías;
encendido sentimiento ayer inerte.

Labios que por hoy no hablan;
sombras en sol, no hay nada;
el frío sube a encontrarse con los recuerdos.
Inolvidable, dicen este par de lágrimas.

Mi fantasía, la única que no fue mentira;
seguro mañana motivará sonrisas;
difícil saber que no lo veré este día;
saber que lo viví entero me pondrá tranquila.

Dos manos unidas rogando no separarse;
nuevos caminos tendrán que levantarse;
lo mejor que fue para esta alma herida;
tristemente consciente que debía acabarse.

jueves, septiembre 04, 2008

Insomnio



Conseguí mi perdición.
Alcanzando el punto que detesto topar:
no tengo inspiración, no se que hablar.
Son inciertos caminos que están por llegar.
Horrible destino que odio probar.
Insoportable tarea la de tener que esperar.
El cansancio no halla su punto final.

Mi armónica adicción.
Desahogándome al escribir:
bienvenido a la noche vanidoso sentir.
A las doce de nuevo sin poder dormir.
Mucho por pensar, poco por definir.
Escasos concretos de un seguro vivir.
Veinte minutos de paz, por fin.

La nocturna contradicción.
Razones sonámbulas de este ser:
poco ayuda el pretender saber.
Sosegada calma de no mirar el ayer.
Siniestras ansias de lo que voy a tener.
Y si quiero dormir, aunque mañana ya no pueda ver.