31 de mayo


El olvido es el elixir de poetas y solos,
la razón de la sin razón de un loco enamorado,
la injusta frustración de quien cree amó demasiado.
Lo que causa que cuando llegue la noche, ver la luna duela tanto.
El que delira rostros en el cielo y quiera tocarlo,
que con cerrar los ojos vea al instante su pasado,
y despierta de besos imaginarios con el rostro empapado.
Piensa solo en soñar y vivir durmiendo.

Que cree es el único que oye la poesía y el verso,
ve pasar el mundo como ser inerte y pensador,
confunde caras con la gente que va por ahí y no les importa nada.
Se declara demente por tener solo eso en la mente.
Se consume de la desolación con un poco de licor y una vieja canción. Llora y no para sin creer que de verdad sucedió,
sigue esperando esperanzado un último llamado,
aunque asegura todo ya lo decidió.
El que quiere sonreír sin envidia por dos apasionados,
dice evadir recuerdos pero no deja de frecuentarlos,
desvía conversaciones para protagonizar sus ejemplos,
y ríe retrocediendo a todo lo que dejó grabado.
Que no siente más que está triste y debilitado,
El que aseguró que no hay quién mas lo dio,
y que son suyos los lugares que frecuentó y tiene dibujados.
Es él, el corazón del abandonado.
Él que todo lo absolvería por hacer verdad sus fantasías,
no quiere más que retroceder y remendar los daños,
suplica arrodillado cuando la depresión ha llegado, como hoy en mayo.
Se siente rendido a la moral y es esclavo de lo imposible.
Quién por último recurso dice seguir enamorado,
y mira fotografías y asegura que lo están pensando y recordando,
extraña y no lo deja porque se aferra aunque no haya sido nada,
sigue buscando explicaciones y hace ganar solo a sus acepciones.
Dice un día no creer en el amor y al otro vuelve a intentarlo,
y no está seguro de lo que desea hoy que es mayo,
que sintió hace mucho otra vez el amor estaba empezando.
Se le antoja llamarlo, buscarlo y llorar porque parece todo un extraño.
O aceptar sin miedo a otro desconocido para remediarlo,o seguir así sin dejar de vivir pero tampoco de olvidarlo. Porque sigue loco, aunque él se dice sensible,
el mundo lo ve tonto.

1 comentarios:

Memo dijo...

No es pura coincidencia, es la realidad mi querida Teya. Auch! Me identifiqué de pe a pa. Dices cosas tan ciertas, tan certeras. No tengo nada que acotar. Simplemente agradecerte, por más cliché que suene, por compartir conmigo tus palabras. GRACIAS!

viernes, junio 01, 2007

31 de mayo


El olvido es el elixir de poetas y solos,
la razón de la sin razón de un loco enamorado,
la injusta frustración de quien cree amó demasiado.
Lo que causa que cuando llegue la noche, ver la luna duela tanto.
El que delira rostros en el cielo y quiera tocarlo,
que con cerrar los ojos vea al instante su pasado,
y despierta de besos imaginarios con el rostro empapado.
Piensa solo en soñar y vivir durmiendo.

Que cree es el único que oye la poesía y el verso,
ve pasar el mundo como ser inerte y pensador,
confunde caras con la gente que va por ahí y no les importa nada.
Se declara demente por tener solo eso en la mente.
Se consume de la desolación con un poco de licor y una vieja canción. Llora y no para sin creer que de verdad sucedió,
sigue esperando esperanzado un último llamado,
aunque asegura todo ya lo decidió.
El que quiere sonreír sin envidia por dos apasionados,
dice evadir recuerdos pero no deja de frecuentarlos,
desvía conversaciones para protagonizar sus ejemplos,
y ríe retrocediendo a todo lo que dejó grabado.
Que no siente más que está triste y debilitado,
El que aseguró que no hay quién mas lo dio,
y que son suyos los lugares que frecuentó y tiene dibujados.
Es él, el corazón del abandonado.
Él que todo lo absolvería por hacer verdad sus fantasías,
no quiere más que retroceder y remendar los daños,
suplica arrodillado cuando la depresión ha llegado, como hoy en mayo.
Se siente rendido a la moral y es esclavo de lo imposible.
Quién por último recurso dice seguir enamorado,
y mira fotografías y asegura que lo están pensando y recordando,
extraña y no lo deja porque se aferra aunque no haya sido nada,
sigue buscando explicaciones y hace ganar solo a sus acepciones.
Dice un día no creer en el amor y al otro vuelve a intentarlo,
y no está seguro de lo que desea hoy que es mayo,
que sintió hace mucho otra vez el amor estaba empezando.
Se le antoja llamarlo, buscarlo y llorar porque parece todo un extraño.
O aceptar sin miedo a otro desconocido para remediarlo,o seguir así sin dejar de vivir pero tampoco de olvidarlo. Porque sigue loco, aunque él se dice sensible,
el mundo lo ve tonto.

1 comentarios:

Memo dijo...

No es pura coincidencia, es la realidad mi querida Teya. Auch! Me identifiqué de pe a pa. Dices cosas tan ciertas, tan certeras. No tengo nada que acotar. Simplemente agradecerte, por más cliché que suene, por compartir conmigo tus palabras. GRACIAS!